Podría ser arriesgado por mi parte, incluso temerario, presentar un libro de Historia de 462 páginas al alumnado, pero obviaré mi sentido común y hablaré del mismo. Se trata de Érase una vez al-Andalus, un texto de Juan Castilla Brazales del año 2000.

El autor es un arabista que ha realizado múltiples estancias en los países de ese ámbito geopolítico. En la década de 1990 ejerció la docencia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada, a la que sigue vinculado mediante participaciones ininterrumpidas en másteres, cursos y seminarios. Con todo, su labor principal, la de científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la viene desempeñando en la Escuela de Estudios Árabes, centro de investigación granadino del que fue director entre 2005 y 2013.

El libro está pensado para los adolescentes y pretende mostrar la historia del período que transcurre entre la invasión musulmana de la península Ibérica y la caída del Reino nazarí de Granada. No es una novela pero se lee como si lo fuese porque el lenguaje es sencillo y utiliza un recurso de ficción, el protagonista es un chico marroquí que conoce a una chica española durante las vacaciones y con la que mantiene una fluida correspondencia escrita. Las cartas que envía el protagonista se basan en las historias que le cuenta su abuela y que tienen como hilo conductor la Historia de al-Andalus. El texto incluye, además, leyendas musulmanas y cristianas tomadas de las fuentes históricas que complementan el hilo argumental.

Junto al relato histórico aparecen, también, algunos temas generales de la cultura musulmana, como costumbres y ritos de esta religión, que enmarcan lo que se narra en este libro. Una de las cuestiones que pueden ayudar al acercamiento a este libro es que se ha cuidado la transcripción de los nombres árabes de los personajes y se ha evitado, en lo posible, las largas referencias cronológicas; no obstante, se incluye un apéndice cronológico del período, que ayuda a situarse en cada etapa histórica. En el último capítulo, Los árabes y el legado de al-Andalus, se hace una copiosa recopilación de todo lo que ha subsistido de esta etapa de nuestra historia.

Recomiendo este libro al alumnado de 2º de Bachillerato, que ya tiene suficiente madurez como para comprender el devenir político de las etapas históricas de al-Andalus, recomendable, especialmente, para asimilar el temario de la materia de Historia de España, aunque puede ser una buena lectura para cualquier momento de la Enseñanza Secundaria.

Juan José Casado,

profesor de Geografía e Historia