...Y a tu alcance
Resurrección
Nadie vendrá a sacarte del naufragio.
Ni a librarnos del pánico
sin vida
que llevamos clavado entre los huesos.
Nadie vendrá del cielo o del infierno
a extirparnos al lobo
que todos ocultamos cuerpo adentro.
Sin embargo, si ponemos en hora lo sufrido
y nos latimos todos a corazón abierto
en primera persona del plural,
crearemos la luz que alumbre el túnel
y arrancados los miedos, los sudarios,
llegaremos, por fin, al tercer día.
Al levantar la losa
nos rozará los ojos y los dedos
el pulso de la vida.
Nuestras bocas serán lluvias de besos
con risas atrasadas o perdidas.
Pero al día siguiente,
cuando abramos el tiempo y las aceras
para seguir viviendo,
habremos de quemar cuanto hemos sido,
sajar del corazón todo lo viejo.
Llorar juntos el luto, lo sufrido.
Caminar con lo justo y verdadero.
Compartir agua, pan, tierra y camino.
Amputarnos los muros. Comprendernos.
Abrir otro horizonte. Liberarnos.
Crearnos otra casa.
Desde cero.
Porque está solamente en nuestras manos
resucitar, resucitarnos todos,
o finalmente
dar todo por muerto.
MIGUEL GONZÁLEZ MARTOS
Granada, 25 de abril de 2020
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