Escape Library - La novela histórica

De un tiempo a esta parte el mundo de la educación está en efervescencia. Las diversas corrientes teóricas abonan toda una serie de experiencias pedagógicas de mano de las TIC y el uso de los smartphone y las tabletas. El calado de las mismas en el día a día se está dejando notar y poco a poco aparecen documentadas, especialmente en la red, múltiples actividades. Una de las teorías más novedosas es la de la gamificación, anglicismo que conlleva una metodología lúdica en las aulas. 

Dentro del amplio abanico de actividades que organiza el equipo responsable de la Biblioteca escolar ligadas al mundo del libro y la lectura, hemos considerado que este espacio es idóneo para introducir alguna experiencia relacionada con la gamificación, decantándonos por una de las experiencias que más éxito está teniendo dentro de este modelo, el fenómeno "Escape room". 

Nos pusimos manos a la obra y abordamos la organización del Escape haciendo referencia a nuestro fondo de novela histórica. De esta forma conseguíamos dos objetivos: mostrar una parte de nuestro fondo bibliográfico y fomentar el trabajo en equipo. 

Una de las primeras decisiones que adoptamos fue partir de una historia creíble para enganchar al alumnado y así decidimos que un profesor, agraviado porque su alumnos y alumnas no habían leído la novela histórica que les había solicitado como trabajo complementario en una unidad didáctica, eran citados en la Biblioteca escolar un viernes tarde para hacer un trabajo extra que supliese al que no había realizado, si querían aprobar la materia. Una vez en la biblioteca, había que dejar al alumnado sin móviles, y con la excusa de llevarlos al despacho del director para custodiarlos, se quedaban encerrados. Comenzaba el Escape Library. 

Uno de los principales problemas que hemos debido afrontar es diseñar pruebas para un grupo numeroso, en concreto una clase. Lo hemos solucionado creando seis grupos de cuatro alumnos y/o alumnas. Diseñamos cuatro pruebas distintas para cada grupo, aunque la estructura de las pruebas era la misma. Una vez que las superasen, había un mensaje común que llevaba a una nueva prueba; esta prueba estaba escondida en algún lugar de la biblioteca y a su vez, estaba dividida en otras seis, una para cada grupo.  

El alumnado disponía de cuarenta y cinco minutos para escapar. El tiempo corría y la clase de 4º de ESO-B trabajaba sin pausa. Nos sorprendimos de que todos y todas los alumnos estaban intentando buscar la solución a sus pruebas; no estaban en silencio, ni sentados, pero todo fluía en el sentido correcto. Superaron la primera prueba a los treinta minutos de comenzar; cundió el desánimo entre el profesorado, nos mirábamos pensando que no lo conseguirían ya que se acercaban peligrosamente al límite y la solución a la segunda prueba parecía no llegar. 

Todos continuaban realizando sus tareas aplicados, ajenos al tiempo. El reloj del proyector restaba segundo a segundo la posibilidad de conseguir salir. Aunque ya éramos conscientes de que no iban a completar la prueba, constatábamos que los objetivos de trabajo cooperativo y de conocer un poquito los libros de nuestra biblioteca, se estaban cumpliendo.  El tiempo fue inmisericorde con estos esforzados adolescentes. 

Llegados al final, hicimos balance de la prueba: por parte de los alumnos, fruto de haberse dejado llevar por el juego, no se habían detenido a leer las instrucciones de la segunda prueba con la atención necesaria, además creemos que faltó un o una líder que despertase la chispa que hubiese facilitado superar la prueba. Por otra parte, por parte de los organizadores, debemos reconocer que habíamos planteado una prueba exigente, que requería conocimientos adquiridos durante toda la ESO así como un complejo manejo de las categorías históricas. 
De cualquier forma lo que más valoramos es el haber conseguido que trabajaran unidos en torno a un objetivo común. Creo que disfrutaron los alumnos haciendo algo diferente con bastante contenido, no era un simple entretenimiento, era mucho más, y desde luego disfrutamos los profesores que allí estábamos experimentando otra forma de aprender/enseñar.

Para el equipo de la Biblioteca escolar la experiencia ha sido muy grata e inmediatamente no hemos replanteado cambiar la segunda prueba para que tengan opciones reales de que pueda superarse. Se aprende haciendo y errando y nosotros estamos deseando volver a aprender. 

Hay que felicitar a 4º ESO-B por su grado de implicación y su manera de trabajar en grupo.

Y de forma muy especial, agradecemos a Juan José Casado (profesor de Geografía e Historia) toda la elaboración de este "Escape-library" que ha corrido a su cargo y que sabemos que le ha llevado mucho, mucho trabajo. ¡Gracias!