Aunque hay alguna referencia a obras de teatro, la mayoría
de las obras que os vamos a presentar son novelas, que podemos considerar como
históricas y con las que se puede aprender Historia, pues son un magnífico
complemento a las clases. Algunas de las características propias de las novelas
históricas, según Miguel Ángel Sandoya, autor de Motivar con novelas históricas
juveniles en Secundaria, son las siguientes:
- Suelen ser textos más breves que los destinados al público adulto y por esa razón el desarrollo de la trama suele ser más rápido, por lo que atrapa enseguida al lector.
- Los personajes del relato tienen una personalidad sencilla, con rasgos bien definidos y que atraen por sus cualidades, por sus valores humanos.
- Las novelas históricas suelen presentar sencillez estructural del relato, con un desarrollo lineal.
- En la narración predomina un narrador omnisciente, aunque también aparecer un relato en primera persona, en la voz del protagonista, lo que le da más verismo.
- Literariamente se caracterizan por la presencia de descripciones breves y no demasiado numerosas, con escasa presencia de descripción de mundos interiores de personajes, así como con diálogos ágiles y frecuentes. El lenguaje es más directo, menos elaborado y complejo.
- En general, se trata de novelas que están bien documentadas y en ellas subyace una intencionalidad didáctica.
- Su intención formativa les hace también poner el acento en la transmisión de valores como la amistad, la tolerancia, la solidaridad, el diálogo, etc., lo que las hace lecturas muy recomendables para adolescentes.
Nuestra selección abarca cronológicamente desde novelas
ambientadas en la Historia Antigua hasta la actualidad y todas ellas forman
parte del fondo de nuestra biblioteca.
Juan José Casado. Profesor de Geografía e Historia.
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