Me gustaría recomendaros un programa de radio que es una recarga positiva del espíritu para todos aquellos a los que nos gustan los libros y la lectura. Me refiero a Historias de papel, que se emite los domingos a las 14:45 horas en Radio Nacional de España (98.5 del dial de FM), aquí.
Está presentado y dirigido por Manuel Pedraz, un incansable luchador que tiene como objetivo que todo el mundo se anime a leer. Señalar que podemos consultar la gran parte de los programas on-line e incluso descargarlos y escucharlos cuando mejor nos convenga.
He conocido muchas referencias de libros interesantes a través de este programa y siempre me ha ayudado a sentirme un poco más unido a ese inmenso grupo de amantes de los libros. Precisamente en esta entrada, quiero hablar de la última lectura que tomé de una recomendación de una oyente de este programa. Se trata de la novela La niebla y la doncella, de Lorenzo Silva, recientemente llevada al cine con el mismo título. La oyente comentaba que le había interesado leer la novela antes de ver la película.
Lorenzo Silva es uno de mis escritores preferidos de novela negra y, en cuanto escuché el comentario, me hice partícipe de la misma idea debido a las calamitosas experiencias que he tenido cuando he visto una película basada en una novela. Hay honrosas excepciones, El nombre de la rosa, por ejemplo, pero normalmente, la decepción ha sido la norma.
Investigando un poco, no obstante, he encontrado esta crítica cinematográfica que incluyo, y que deja en una buena posición a la película.
Sin embargo, yo siempre recomendaré la lectura, por varios motivos. Uno es por la propia esencia de la lectura, que hace que tú imagines la película en tu mente, lo cual es para mí, una indiscutible ventaja sobre la versión cinematográfica. En este sentido he de comentar una anécdota: justo cuando estaba por la mitad de la novela, comprobé en Internet si aún estaba proyectándose en los cines la película para ir a verla; pues bien, al ver la cartelera tuve una intuición sobre el final, que me defraudó un poco por haberla tenido, pero que me animó para acabar la lectura y comprobar si estaba en lo cierto. No me equivoqué.
En segundo lugar, por la posibilidad de seguir la evolución psicológica de los principales protagonistas de la serie, Rubén Bevilacqua, sargento de la Guardia Civil, y Virginia Chamorro, cabo del mismo cuerpo. Tanto uno como otro han ido cumpliendo años y han sido testigos, a través de sus investigaciones, de la evolución de este país desde una institución que ha llegado a ser de las mejores valoradas por la ciudadanía.
En La niebla y la doncella Lorenzo Silva nos propone uno de los primeros casos de Bevilacqua, que investiga la muerte de un joven en la isla de La Gomera. Tiene que desplazarse allí con su subordinada e investigar el caso, que se ha cerrado en falso, pues el principal sospechoso ha sido juzgado y absuelto.
Es una lectura rápida, sin complicaciones pero no por ello deja de ser interesante. Además de la evolución psicológica de los personajes, garantiza intriga hasta el penúltimo capítulo, en el que, como toda buena novela negra, la investigación da un giro insospechado. El último capítulo lo utiliza Lorenzo Silva para asentar los posos del café, para que Bevilacqua recapacite sobre todo los sucedido y afronte su trabajo, que lo pone en contacto con lo peor de la esencia humana, con mayor entereza.
Lorenzo Silva es uno de mis escritores preferidos de novela negra y, en cuanto escuché el comentario, me hice partícipe de la misma idea debido a las calamitosas experiencias que he tenido cuando he visto una película basada en una novela. Hay honrosas excepciones, El nombre de la rosa, por ejemplo, pero normalmente, la decepción ha sido la norma.
Investigando un poco, no obstante, he encontrado esta crítica cinematográfica que incluyo, y que deja en una buena posición a la película.
Sin embargo, yo siempre recomendaré la lectura, por varios motivos. Uno es por la propia esencia de la lectura, que hace que tú imagines la película en tu mente, lo cual es para mí, una indiscutible ventaja sobre la versión cinematográfica. En este sentido he de comentar una anécdota: justo cuando estaba por la mitad de la novela, comprobé en Internet si aún estaba proyectándose en los cines la película para ir a verla; pues bien, al ver la cartelera tuve una intuición sobre el final, que me defraudó un poco por haberla tenido, pero que me animó para acabar la lectura y comprobar si estaba en lo cierto. No me equivoqué.
En segundo lugar, por la posibilidad de seguir la evolución psicológica de los principales protagonistas de la serie, Rubén Bevilacqua, sargento de la Guardia Civil, y Virginia Chamorro, cabo del mismo cuerpo. Tanto uno como otro han ido cumpliendo años y han sido testigos, a través de sus investigaciones, de la evolución de este país desde una institución que ha llegado a ser de las mejores valoradas por la ciudadanía.
En La niebla y la doncella Lorenzo Silva nos propone uno de los primeros casos de Bevilacqua, que investiga la muerte de un joven en la isla de La Gomera. Tiene que desplazarse allí con su subordinada e investigar el caso, que se ha cerrado en falso, pues el principal sospechoso ha sido juzgado y absuelto.
Es una lectura rápida, sin complicaciones pero no por ello deja de ser interesante. Además de la evolución psicológica de los personajes, garantiza intriga hasta el penúltimo capítulo, en el que, como toda buena novela negra, la investigación da un giro insospechado. El último capítulo lo utiliza Lorenzo Silva para asentar los posos del café, para que Bevilacqua recapacite sobre todo los sucedido y afronte su trabajo, que lo pone en contacto con lo peor de la esencia humana, con mayor entereza.
Juan José Casado, profesor de Geografía e Historia.
Lorenzo Silva es un autor que me gusta y valoro. Gracias por la recomendación. A mí también me gustó de este escritor"El alquimista impaciente" y "Música para feos".
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