Versos sueltos...
En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?
Yo no estimo tesoros ni riquezas;
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi pensamiento
que no mi pensamiento en las riquezas.
Y no estimo hermosura que, vencida,
es despojo civil de las edades,
ni riqueza me agrada fementida,
teniendo por mejor, en mis verdades,
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.
Sor Juana Inés de la Cruz (1648 - 1695) es una de las autoras más interesantes de la poesía del Siglo de Oro. Desde joven, tuvo inquietudes intelectuales, por lo que el camino religioso le abrió las puertas hacia la posibilidad de leer y cultivarse. En su obra, discutió el lugar que ocupaba la mujer en la sociedad, adelantándose muchísimo a su época.
En este soneto se refiere a la pretensión social de que la mujer sólo puede ser admirada por su belleza física. En forma de pregunta, cuestiona a quién puede molestar el deseo de enriquecer su mente por sobre la capacidad de resultar deseable para el sexo opuesto.
Para ella, no importan los halagos o los bienes, la verdadera hermosura se encuentra en la belleza del pensamiento, por sobre cualquier otra vanidad que el mundo imponga al género femenino.
Tomado de Cultural Genial
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Bienvenido! Si te gusta el tema del que estamos hablando en esta entrada, ¡no dudes en comentar! Estamos abiertos a que compartas tu opinión con nosotros. Recuerda ser respetuoso con los demás e identificarte. Un saludo.